Si la Neuropsicología general estudia la relación entre el cerebro y la conducta, la neuropsicología infantil, se caracteriza principalmente por trabajar en un cerebro en desarrollo con una alta capacidad de aprendizaje y una gran capacidad de adaptación a los cambios, la neuroplasticidad, que deriva de las conductas y experiencias, y que, como en un juego de domino, un pequeño cambio en un área del cerebro del niñ@ puede tener efectos en otras áreas. 

Del estudio de un cerebro en desarrollo y su relación con las conductas de aprendizaje se encarga la Neuropsicología Educativa: El proceso de enseñanza y aprendizaje, así como las experiencias vividas en este proceso, tendrán una gran repercusión en el desarrollo del niñ@, por lo que es importante valorar las posibilidades y recursos con las que cuenta para crear estrategias educativas mejor adaptadas.

Neurodidáctica

La neuroeducación o neurodidáctica es una nueva visión de la enseñanza que se basa en aportar estrategias y tecnologías educativas centradas en el funcionamiento del cerebro. Esta nueva disciplina fusiona los conocimientos sobre neurociencia, psicología y educación con el objetivo de optimizar el proceso de enseñanza y aprendizaje. 

El cerebro y las funciones cerebrales tienen una gran implicación  en los procesos de aprendizaje durante la etapa escolar y hasta la vida adulta, la neuropsicología educativa aporta un conocimiento más profundo de estos procesos de aprendizaje y estudia que estrategias de enseñanza pueden ser las más efectivas y necesarias en cada caso individual.

 Si atendemos a las causas de las dificultades de aprendizaje se observa que aproximadamente el 60% de ellas se deben a:

Una gran estrategia educativa

Desde la Neuropsicología Educativa, la creación de una buena estrategia  debe fundamentarse en los siguientes puntos:

Las funciones cognitivas, el aprendizaje y el neuropsicólogo

Las funciones cognitivas

el aprendizaje y el neuropsicólogo

Las funciones cognitivas son clave en el aprendizaje, y de una buena evaluación de las mismas surgirá una buena estrategia didáctica, y es aquí donde entran en juego las habilidades de un buen neuropsicólogo, ya que la evaluación de las funciones cognitivas no es la mera recopilación de datos obtenidos en test psicométricos, sino un laborioso trabajo de interpretación científica que solo un profesional debidamente cualificado debe realizar.