Disciplina Positiva
A nivel familiar es crucial la modalidad de crianza y, aunque existen varias pedagogías alternativas, modernas y muy diferentes a lo que nos han enseñado nuestros padres y abuelos, en Thálamus apostamos por la disciplina positiva, que enseña límites sin olvidar el respeto y amor que le debemos a nuestros hijos.
Y como pedagogía alejada del castigo como método de enseñanza, la disciplina positiva es la que mejor valoramos a la hora de educar a un niño con DA (dificultades de aprendizaje), ya que adecúa la educación a la realidad propia del niño, restando igualmente el estrés sufrido por los padres que deteriora las relaciones de pareja, produce sentimientos de derrota y genera altos niveles de frustración y angustia, que vuelven a revertir en una educación del niño cada vez más alejada de su realidad e individualidad.
Un niño es agotador y más si presenta alguna dificultad, por lo que los padres acabamos recurriendo a las amenazas y al castigo con el fin de recuperar el control.
Pero esto es un gran error, ya que los cerebros de estos niños funcionan de manera diferente (que no peor) y los aprendizajes no se producen de igual forma que en otros niños, lo cual no implica que no puedan aprender sino que debemos adaptar nuestra forma de enseñar.

Dificultades de Aprendizaje y la enseñanza
A nivel pedagógico, la condición de DA constituye una voz de alarma que insta a modificar con urgencia las metodologías de enseñanza y el papel de los maestros, convertidos en estos casos en “agentes de educación pedagógico-emocional”. Estos niños quedan en franca desventaja si en el aula se aplican metodologías frontales, en las que el maestro entrega conocimientos a un auditorio pasivo que recurre a la memorización como base del aprendizaje.
Es lógico deducir que los niños con DA, portadores de una manifiesta debilidad de concentración y con déficit en determinadas funciones cerebrales que son base del aprendizaje (memoria, gnosis, lenguaje, atención, etc), perderán el hilo conductor de la clase cuando el maestro habla o dicta. De la misma forma, cuando son sometidos al requerimiento de memorización de textos, se enfrentarán a un verdadero drama pedagógico, ya que fijar datos con su lábil memoria operativa será muy dificultoso, así como apelar a su memoria a corto plazo. Con estos niños es fundamental trabajar con estrategias que apunten al aprendizaje significativo, a lograr que los contenidos base sean “anclados”, para que luego puedan armar redes de significación relacional.
La Disciplina Positiva en las Dificultades de Aprendizaje
A la hora de los cálculos, es común escuchar a un niño con DA decir cosas como:
«No podré resolverlo…», «Esto lo vimos el año pasado…», «No sé, no puedo, no me acuerdo…»
Es como si el conocimiento necesitase ser eliminado de los archivos de la memoria para poder incorporar nuevos aprendizajes.
Los niños con DA no diagnosticados ni tratados suelen acumular experiencias en las que sus padres o maestros les corrigen por entender mal lo que se les dijo, por hacer algo en un momento inadecuado o por no lograr lo que se esperaba que hiciesen. La acumulación de estas experiencias frustrantes o de fracaso, lleva a los niños afectados a la convicción de que son perezosos, tontos y torpes aunque, a veces, logren rendir muy bien.
También es usual observar a padres o maestros ridiculizar o criticar las discrepancias entre las aparentes aptitudes y su nivel real de logros:
– ¿Por qué cometes los mismos errores si puedes hacerlo mejor?
– ¡Estoy harta de repetirte las cosas una y otra vez!
– ¿Quieres ser un inútil toda la vida?
– ¡Si te esforzaras más, lo harías mucho mejor!

Estas críticas, aunque sean bien intencionadas, sólo colaboran con el deterioro de la visión de sí mismo, dañando el autoconcepto y, por ende, su autoestima.
El elemento más importante en la relación con un niño con estas características es la información sobre la dificultad, la actitud de respeto, la empatía y una comprensión de la metodología existente, para lograr el máximo desarrollo de sus potencialidades.
Miguel Pérez Illodo
Neuropsicólogo educativo y director del centro Thálamus
Y la semana que viene...
La semana que viene publicaremos el último de esta serie de artículos sobre las dificultades de aprendizaje, en el que abordaremos la evaluación diferencial de las DA y daremos algunos consejos para padres y maestros de niños con estas características.
Y como no, os emplazo a que nos acompañéis cada semana en nuestras próximas entradas del blog, donde seguiremos hablando sobre desarrollo infantil, crianza, aprendizaje y neuropsicología y cómo aplicarlo a tu vida familiar y personal.
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