En estos días inciertos de pandemia, entre mascarillas, pcr, restricciones y confinamientos la salud mental vuelve a estar en auge. Datos importantes subrayan las carencias extendidas en la población que han dificultado el mantener una buena salud emocional en la difícil situación actual. La capacidad de reponerse de las adversidades, buscar soluciones, en resumen afrontar y aceptar con actitud positiva, son cualidades de las personas con una salud emocional cuidada y en equilibrio.
Está claro que la destreza en estas habilidades no se logran de la noche a la mañana, pero poner atención a las propias necesidades como a los sentimientos sería un buen comienzo.
El ser conscientes nos guiará hacia el equilibrio emocional.
Y aquí viene otra pregunta del millón de dólares (tenemos unas cuantas):
¿Cómo podemos cuidar nuestra salud emocional?
1. AUTOCUIDADO FÍSICO


2. PASEAR POR UN ESPACIO NATURAL
Ya sea mar, montaña o campo, el contacto con la naturaleza normaliza el flujo sanguíneo en la corteza prefrontal subgenual (área 53 de Brodman). Esta región está particularmente implicada en el procesamiento de la tristeza, por lo que un paseo por la naturaleza aumentará nuestro bienestar general. Si además lo realizamos en soledad, conseguiremos una mayor conexión con lo que nos rodea y seremos más conscientes de las sensaciones que nos evoca, mejorando así nuestra capacidad de concentración e introspección.
3. NEUROBIC
Realizar a diario ejercicios novedosos y sorprendentes para nuestro cerebro, por ejemplo, intentar realizar una tarea cotidiana con la mano no dominante o una vez a la semana realizar una comida cogiendo el tenedor con la mano izquierda en el caso de los diestros. Activar nuevas vías y conexiones nerviosas infrautilizadas fortalecerá nuestras dendritas mejorando nuestra atención, estado de alerta y concentración, lo que nos ayudará a regularnos ante situaciones novedosas que nos producen estrés y ansiedad. La ejecución de Neurobic, ejercicios cerebrales potentes pero simples, estimulan el crecimiento de las neurotrofinas, que nos ayudan a combatir el envejecimiento cerebral.


4. UN BAÑO CALIENTE
Numerosos estudios corroboran los múltiples beneficios de darse un baño caliente de manera regular, pero un estudio reciente (Shahab Haghayegh & Cols, 2019) demuestra que un baño caliente entre 40ºC y 42ºC de una o dos horas antes de acostarse acelera el proceso de quedarse dormido unos diez minutos de media y aumenta la calidad y el tiempo total de sueño.
Tanto el sueño como la temperatura central están regulados por nuestro reloj circadiano, ubicado en el hipotálamo, que impulsa muchos de nuestros procesos biológicos.
5. APRENDER UNA NUEVA HABILIDAD
Pintura, cerámica, cocinar o tocar un instrumento entre muchas otras que puedan ser de nuestro agrado. Si además aprendemos de la mano de un experto, observar con detenimiento estimulará las neuronas espejo mejorando nuestras capacidades de aprendizaje, interacción social y empatía así como las habilidades sociales.


6. ALEJARSE DE LAS PANTALLAS
Múltiples son los estudios de cómo afecta a nuestras vidas la invasión de las pantallas y las nuevas tecnologías. No es cuestión de debatir aquí la cantidad de pros y contras sino de intentar reducir estos últimos. Algo tan sencillo y a la vez tan complicado como apagar el móvil una hora al día o un día completo de vez en cuando reducirá nuestros niveles de cortisol, evitando estados de estrés y ansiedad, además de ayudarnos a disfrutar de otras cosas plenamente.
7. MEDITAR
Además de muchos otros beneficios, el proceso cerebral que se realiza durante la meditación resulta similar a cuando dormimos, eliminando toxinas y reforzando la mielina de nuestras neuronas, lo que se traduce en transmisiones más fuertes que mejoran nuestra atención, memoria y capacidad de concentración y ralentizan el envejecimiento de las neuronas, lo que nos protege ante posibles tipos de demencia como el Alzheimer. (Ejemplo de como meditar en un minuto)


8. ESCRIBIR UN DIARIO
Escribir a diario sobre nosotros mismos y lo que nos rodea es terapéutico de por sí. Mejora la memoria y la introspección y al escribir podemos ver las cosas con distancia y perspectiva, lo que nos ayuda a mejorar nuestra capacidad para resolver problemas y para fijar nuevas metas a corto y largo plazo.
9. TENER UNA CITA
No necesariamente romántica, será suficiente una cita con un amigo, un familiar o un grupo nuevo con el que no quedemos normalmente. Somos seres sociales e inconscientemente necesitamos relacionarnos con otras personas. Además, si existe la posibilidad de contacto físico como un abrazo, subirán nuestros niveles de oxitocina que inundarán nuestro cuerpo de felicidad. Conversar y escuchar a distintas personas también mejorará nuestro lenguaje y nuestra capacidad de empatía.


10. ACEPTACIÓN
Somos seres imperfectos. Debemos aceptar que no podemos controlarlo todo, ni siquiera a nosotros mismos y que es bueno pedir ayuda para completar o solucionar algo en nuestras vidas. A veces será suficiente con los consejos de un familiar o un amigo simplemente para tener otro punto de vista, pero muchas otras veces necesitaremos la ayuda de un profesional, un psicólogo que no solo nos ayude a ver las cosas desde otra perspectiva sino que además nos aporte las herramientas necesarias para afrontarlas.
Miguel Perez
Neuropsicólogo Educativo
Director del centro Thálamus
Y como no, os emplazo a que nos acompañéis cada semana en nuestras próximas entradas del blog. Seguiremos hablando sobre desarrollo infantil, crianza, aprendizaje y neuropsicología y cómo aplicarlo a tu vida familiar y personal.
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